
El deportista, de 37 años, llevaba un iPod, el omnipresente reproductor digital de la firma californiana Apple, mientras hacía deporte cuando un rayo alcanzó un árbol cercano.
El hombre sufrió graves quemaduras en el pecho, los oídos y la mandíbula debido al metal en los auriculares de su iPod, según señalaron los médicos del Hospital General de Vancouver, en Canadá, en una carta en el New England Journal of Medicine.
Así es que ya lo saben, si hay tormenta, que el Ipod se quede en casa.